Tras uno de mis viajes a Nepal escribí esto:

Sin mucho pensar, sin revisar, sin corregir sin juzgar.

Tierra de eternidad, sabor a hogar, regreso al principio y al fin.

Amaneceres esperados y estrellas infinitas que me abrazan mientras el olor a fuego y madera impregna mi pelo, mi piel…

Profundo, reencuentros de almas, conexiones infinitas, de nuevo tierra de eternidad donde las miradas perduran y sobrevuelan caminos, tejados y cielos.

Canción del corazón que acompaña a fuegos silenciosos cargados de algo, de todo, de intensidad.

Origen, pueblo que te devuelve a la esencia donde uno es todo, donde descubrir que se puede despertar del sueño en espiral en el que no existen las hadas ni la fé. Origen puro y libre.

Palabras que curan, sonidos que limpian, risas que de nuevo te devuelven la inocencia, luz que sana. Ese amor que se desborda y corre por mis mejillas, por los rostros de todas.

<3 Ainara